Ya estáis aquí. Sois realidad. Biología.
Ciencia. Magia... Aún no me acostumbro a imaginaros. Pero el sábado tenemos una
cita… nosotros y vosotros.
Ayer fue la punción. Rápida y “sin
complicaciones” según el parte de alta. Aunque tengo que reconocer que la
anestesia me sentó “como un tiro” en palabras de Doc. Temblores, náuseas y las
pulsaciones a mil por hora. Salí de la Clínica aún medio dormida y empezó a
llover. Unas gotas enormes que en dos minutos se convirtieron en granizo. Y a
pesar del mal cuerpo, me pareció bonito. Una señal. No sé de quién, pero una
señal al fin y al cabo. En el coche, de camino a casa, Él me miraba de reojo
con preocupación y solo repetía: “Ha ido todo bien! Muy bien!” Pero yo… ya
sabéis. Los números. Los malditos números. Esa obsesión mía por las cifras y
las estadísticas.
En la punción se recuperaron 6 óvulos. “Pocos”
me decía yo. “Suficientes” me respondía Doc. Pero la buena noticia ha llegado
esta mañana.
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Buenos días, soy la bióloga de Clínica 2, eres Alba?
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Si, soy yo! (corazón en la boca)
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¿Como te encuentras?
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Bien, bien, bien… (dilo ya, dilo ya dilo ya)
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Tengo muy buenas noticias…
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…
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Han fecundado todos. Tenéis 6 embriones. El sábado será la transferencia.
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… (si tuviera confeti, juro que inundaría la casa con él)
Ahora nuestro tren es una fiesta. Nos lo
queremos permitir. Ya llegarán los días de nervios, incertidumbre y angustia.
Nos esperan a la vuelta de la esquina. Pero este momento es el de la esperanza.
El instante antes de saltar al vacío. La noche de reyes. Hoy todo es posible. Y
en dos días tenemos una cita...