No. No me he ido de viaje al
norte ni he abandonado mi paraíso de 38 grados a la sombra y aguas cristalinas.
Pero debo confesar que el frío ha llegado, como lo hace siempre después de cada
tratamiento. Nuestro último negativo fue el 10 de junio. 1 mes y 12 días
durante los cuales he llorado, me he enfadado, me he desesperado y, finalmente,
he aceptado. Y de pronto, una sensación helada se ha instalado en mí. Como si
no fuera yo, sino otra persona, la que está luchando por ser madre. De repente se
me olvida lo vivido y me descubro con una copa de vino blanco en la mano, imaginando
como será mi vida con hijos, como si todo fuera posible otra vez. Como si todo
fuera fácil…
Dice Doc que es un mecanismo de
autodefensa. Que mi aparente indiferencia es un escudo protector. Puede ser…
Prefiero pensar que entre mi
felicidad anterior a los tratamientos, y el inmenso dolor que siento en cada
derrota, existe un equilibrio. Y en eso estoy. Haciendo malabarismos cual
artista circense, intentando mantener la cabeza fría y el corazón tranquilo. Que
no es poco, teniendo en cuenta que mi cabeza está programada para calcular días
fértiles, síntomas, fases lúteas, posibles retrasos...
Aún así lo intento. Cada mañana. Y cuando Él me pregunta: "ya toca?", yo le respondo... "como todos los días!"
Pd.- Es posible que la lucha por conquistar el frío sea casi tan dura como la que libramos contra la tristeza. Ante tal evidencia, y para no traicionar mis buenas intenciones, os propongo un Decálogo de la felicidad
pasajera
Me propongo no llorar cada mes
cuando “ella” haga acto de presencia.
Responderé amablemente a los “y
vosotros para cuando”? con un “nosotros?
Más adelante!”
Recordaré que soy una persona. Joven.
Sana. Razonablemente feliz.
Esconderé la caja de Gonal tras
los yogures, en el fondo de la nevera. Le daré la espalda con un gesto de
desprecio.
Me pintaré las uñas de los pies. Cada
semana, un color.
Se acabaron los biquinis negros. Hoy
estreno el azul turquesa.
Engordaré algún quilillo, que
falta me hace, porque yo lo valgo.
Aprenderé a cocinar. Sí. En mi
casa Él es el Masterchef.
Y haré las paces conmigo misma. Me
querré. Dejaré de culparme. Sonreiré un poco cada día. Será el mejor verano de
nuestras vidas…
Firmado: Alba
Alba, es hermoso tu decálogo de la felicidad pasajera. Admiro tu fuerza para continuar hacia adelante. Una de las cosas que más me dan miedo de empezar este tratamiento FIV no son ni los pinchazos, ni la punción ni nada del procedimiento sino esa sensación de espera, de estar en vilo y del posible resultado negativo luego de tamaño esfuerzo. Pero leo esto y digo: será lo que tenga que ser. Siempre las fuerzas vuelven. Te deseo un buen verano con mucha paz y mucho amor.
ResponderEliminarHola guapa,
Eliminarno tengas miedo a la FIV. Aunque es un proceso muy duro emocionalmente (sobretodo la espera), también sirve para recabar muchísima información sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo. Además, las probabilidades de éxito son mas altas que con Inseminación Artificial, así que ánimo!! Ojalá pronto nos des buenas noticias... y si no es a la primera, a por la segunda!!
Un besito
Alba, linda, la vida es impredecible, aun ahí donde uno cree que encontró la felicidad, no siempre resulta tan simple... y también viceversa, así que hay que disfrutar, siempre disfrutar, dentro de lo posible, de los procesos, de los momentos, con todo lo mágico y esperanzador y alentador y feliz que cada uno lleva dentro de sí. Te dejo un beso grande y que tengas un hermoso verano! :)
ResponderEliminarMuchas gracias por tus deseos, guapísima...
Eliminarla verdad es que de momento el decálogo funciona :-)
Espero que la pequeña-gran Emilia esté bien, y que la vida os sonría muy mucho. Te lo mereces. Ya no contarás como van las cosas...
Un abrazo enorme, des del corazón.
Y qué decirte? que me requetencanta tu decalogo y es algo que deberiamos hacer todas , estoy seguro que te va a hacer tanto bien... Y que el dolor se vaya enfriando para dar paso aprender a vivir con esto y que leches! ser felices tambien, que podemos serlo.
ResponderEliminarUn besito!
Por supuesto, mi niña! Ser felices, por encima de todo... :-)
EliminarTe mando un beso grande, grande, grande!!
Alba, un abrazo muy grande. Intentaré seguir tu decálogo ;-)
ResponderEliminarClaro que sí! Al menos lo intentaremos, que no se diga... ;-)
EliminarPor cierto, como estás?
Un besito!
Genial decalogo, Alba.
ResponderEliminarEs bueno darse cuenta de todas esas cosas e intentar llevarlas a cabo,
no siempre se consiguen pero es bueno al menos saberlas y procurar ponerlas en nuestra vida.
Gracias!! ;-)
EliminarVeremos cuanto me dura la "felicidad pasajera"!
Hola guapa! con permiso me quedo por aqui.
ResponderEliminarMe parece perfecto todo el decalogo, de arriba a abajo. Se que es imposible pero intenta olvidar todo lo malo hasta septiembre. La realidad hay que aceptarla, pero no dejar que nos supere. No hace falta entrar en un bucle de ciclos sin fin, tu propio corazón te dirá hasta aqui o sigue adelante.
Un fuerte abrazo y ya sabes, los yogures palante ;)
Los yogures ante todo! Y hasta los mousses de chocolate! jejeje... ;-)
EliminarGracias por pasarte por mi blog, es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo enorme, enorme!!
Genial todo! Con esos ingredientes llega la paz a tu vida sí o sí!
ResponderEliminarMuchos besoss!
:-))) Gracias, guapísima!!
EliminarTu como estas?
Te mando un abrazo enorme!!
Hola Alba! Me quedo por aquí contigo. Me siento muy identificada con tus palabras. Después de nuestro primer negativo tras ICSI y diagnóstico de muy baja reserva ovárica, lloré, renegue, lloré, me metí en mi caparazón, lloré, me invadió la tristeza, lloré y finalmente tuve una etapa de indiferencia y cuasi autismo. Mi marido me decía que no podía seguir así, que iba a caer en una depresión y, con mucho tacto, me hizo entrar en razón poco a poco.
ResponderEliminarCuesta mucho entender que hay cosas que escapan a nuestro control pero no nos podemos quedar estancados ahí. Hay que mirar hacia delante y contemplar las opciones que tenemos. Por suerte, vivimos en un país en el existe posibilidades para abordar los problemas de fertilidad. Tienes que animarte y ser muy fuerte. Lo necesitas para todo lo que te espera.
El decálogo profundo y muy inteligente. Bravo!
Te he dejado un premio en mi blog: diariodeunabajarespondedoraovarica.blogspot.com
Un abrazo enorme!
Me
Muchas gracias por el premio, por pasarte por mi blog y por tus consejos... tienes toda la razón!! Debemos estar fuertes y tirar pa'lante,
EliminarPor cierto, he leído tu historia y me encanta la manera que tienes de afrontar el siguiente tratamiento. Creo que también voy a seguir tu planning!! jejeje
Un abrazo enorme, me quedo contigo!
Dificil de asimilar, dificil de afrontar, dificil de vivir, de olvidar pero por nuestro sueño vale todo y sacar fuerzas de donde no tenemos. Me identifico contigo, mecanismo de defensa tal vez. Un abrazo!
ResponderEliminarOtro abrazo enorme para ti también... es todo muy difícil, y supongo que es normal desarrollar algún escudo protector. Por lo que veo, todas pasamos por el mismo proceso...
EliminarUn beso, guapa
Me encanta tu decálogo!! yo añadiría, aunque en principio suene a negativo, permitirte llorar un ratito cuando te lo pida el cuerpo, enjuagarte las lágrimas, sonarte la nariz y volver a sonreir...
ResponderEliminarMe lo apunto!! de hecho, ya lo he puesto en práctica algún día... jejeje
EliminarMuchas gracias por tu aportación, guapa!