martes, 7 de junio de 2016

30 semanas: "Cómo estás?"

 
 
30 semanas + 4 días de embarazo y dos preguntas frecuentes que me persiguen cada vez que piso la calle.
 
La primera: “Uiiiiii, ya no te queda nada, no? Debes estar a puntito…” Y yo no sé qué contestar. “Dos meses son muchos o pocos?” Para mí es un suspiro después de 4 años de búsqueda. Para el resto del mundo, una eternidad….
 
La verdad es que tengo una buena barriga. Soy de complexión delgada y todo se lo está quedando mi Niño Bonito. Ya pesa 1.800 gramos! Casi dos quilos de amor, ilusión y orgullo de madre. Y felicidad. Mucha felicidad. Lo que nos conduce a la segunda pregunta que me suelen hacer: “Y cómo estás? Cómo lo llevas?” A la que yo respondo con total seguridad: “Muy bien!”
 
Los que saben de mi placenta previa oclusiva (a la que dedicaré un post en breve) se me quedan mirando como si fuera una loca inconsciente. “En serio, estoy muy bien. Aparte de la placenta y el reposo relativo, solo he tenido tres infecciones de orina  y dos cólicos nefríticos. Por lo demás, todo perfecto!”
 
Todo perfecto.
 
Y es la pura verdad.
 
Llevo dos meses de baja y todos me desean que lo que queda de embarazo “se me pase muy rápido”. Y yo solo quiero parar el tiempo. Me gusta estar embarazada. Más de lo que imaginé. Los paseos por la playa, la alegría que nos envuelve y que se contagia a nuestro alrededor. El verano que empieza. Sus patadas y giros mortales dentro de mí.  
 
Sabemos que lo nuestro es un pequeño milagro, un regalo, una suerte que quizás no se repita. Y el miedo ya no importa, porque no tiene ningún sentido.
 
Hoy llegamos hasta aquí. Y cada día cuenta. Y cada semana es una más.
 
A veces le mandamos un mensaje a Doc para que sepa que estamos bien. Y él bromea: “Bueno, para ser el primero no está yendo tan mal. Al segundo mejoraremos algunas cosas!”
 
Y nos reímos.
 
Y después de tantos años de tristeza, qué bien suenan las risas en casa...